El lobo estepario, hace patente su idea por iluminar la zona oscura de la condición humana a fin de poner al descubierto su carga trágica y su incierto destino. Ser solitario e incomunicado, extraño y extrañado, Harry Haller, protagonista de esta emblemática novela, ha acabado convirtiéndose en un arquetipo literario en el que se reconocen quienes padecen los devastadores efectos deshumanizadores de una sociedad insolidaria y dividida. Una de las soluciones que aporta es pensar de que sólo la educación le permitirá mirar hacia una dimensión más sagrada o divina. Cuando el ser humano es capaz de combinar su naturaleza humana y divina, podrá aprender de sus momentos de gloria.