«Difícil es conocer la índole, los sentimientos y la opinión,
de un hombre antes de que se le vea en el ejercicio de la soberanía,
y aplicación de la ley.» Steiner.
No podemos negar que este mito plantea conflictos que deberemos enfrentar a lo largo de nuestras vidas. ¿Nos preguntamos qué que es más importante, la voluntad divina o la humana? Parece ser que esta cuestión ha estado presente en el ser humano desde los albores de la humanidad. Aunque este enfrentamiento entre la ley divina y la obligación civil no debería de existir, si la leyes humanas fueses justas. En esta ocasión, parece que Sófocles deja claro su preferencia por la actitud de Antígona, justificando su desobediencia por convicciones religiosas, ante el mandato de Creonte, un rey obcecado por el poder. Antígona, no cabe duda, actúa conforme a su conciencia y su deber de aquello que considera correcto y justo.
El grupo de teatro y poesía Prometeo supo poner en escena, de una manera muy cuidada y emotiva, estas eternas cuestiones humanas, con una magnifica interpretación que dejó al público asombrado ante esa fuerza de transmisión de los valores eternos.