Tras la interpretación en directo de algunos temas musicales de corte celta, por cortesía de Lab Music, Jose Edo (responsable de la Escuela del Deporte, en Castellón) ofreció a los participantes una serie de reflexiones acerca del espíritu olímpico:
El auténtico Espíritu Olímpico no es vencer al resto de competidores, es esforzarnos para superarnos a nosotros mismos, no solo nuestras marcas, sino también nuestros miedos, nuestras debilidades. El Espíritu Olímpico busca la fraternidad entre los seres humanos, aprendiendo a respetar al prójimo.
Daniel Risueño, miembro del equipo de atletas de Castellón, contó la emotiva anécdota de Jesse Owens y Luz Long en las olimpíadas de 1936, atletas que encarnaron los ideales olímpicos demostrando que el espíritu olímpico es capaz de cambiar las vidas de quienes lo abrazan.
La velada concluyó con un animado debate en torno al espíritu olímpico