Olga Sala, impregnó la sala de emocionantes y profundas melodías. Ofreció un itinerario por las melodías de películas tan magníficas como “Philadelphia”, “Master and Commander” o la mismísima “2001, Odisea del espacio”.
Una hora y media de audición en la que se escucharon fragmentos de Bach, Strauss, Wagner o Mozart, todos ellos en su entorno cinematográfico, extraídos de momentos eternos de los filmes a los cuales pertenecen. Uno de los momentos culminantes fue el “Concierto para clarinete” de Mozart, visionado en las imágenes de “Memorias de África”. No menor fue la agudeza vital percibida en el dolor de la “Cavalleria rusticana” en la secuencia final de “El padrino III”.
Y es que ya lo verbalizó hace ya casi un siglo el gran filósofo Nietzsche: “Sin música la vida sería un error”