¿Mente o corazón? ¿Pensar o sentir? Esta es la aparente paradoja a la que el ser humano se enfrenta día tras día, el dilema que no parece tener solución, pues prestar demasiado oído a lo uno es malo, pero prestárselo a lo otro tampoco parece ser mejor. ¿Qué hacemos entonces?
Durante el Reset Filosófico que ofreció la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis de Castellón, los ponentes y los asistentes debatieron sobre el tema. Posibles soluciones que salieron a la luz: por un lado, escuchar a nuestra parte egoísta solo acrecienta el enredo; restarle poder, pues, ayudará. Y por otro lado, tal vez sea útil introducir un tercer elemento en la balanza entre PENSAR y SENTIR: ACTUAR.