Nos hemos convertido en auténticos aventureros para disfrutar de un viaje fascinante: dar la vuelta al mundo de las emociones, acompañados por los asistentes a la conferencia, quienes fueron los verdaderos protagonistas de esta aventura.
Actualmente, ya están más que comprobados los beneficios de aplicar los recursos de la inteligencia emocional en diferentes ámbitos, como la educación, el trabajo, el desarrollo personal o la sanidad. La inteligencia humana es mucho más que la capacidad racional y tiene que ver con la manera en que nos desenvolvemos en la vida para ser felices y aportar lo mejor de nosotros mismos para convivir en paz y armonía.
Algunas reflexiones que aportaron los asistentes sobre la importancia de las emociones en la educación fueron las siguientes:
- Los maestros y profesores deben estar formados en inteligencia emocional.
- Fomentar la autoestima y formación en valores. “La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo”.
- Educación en la cooperación basado en el respeto hacia cada persona e inclusión y no en la competencia.
- Favorecer el autoconocimiento y la autoconsciencia, como la práctica de Mindfulness.
- Dinámicas de empatía.
- Volver a trabajar con las manos para desarrollar la creatividad.
- Enseñar a compartir, dar y recibir.
- Potenciar la autoconfianza.
- Libertad
- Más motivación e integración.
¡Bravo por nuestros queridos viajeros! Todas estas pautas bien podrían formar parte de un modelo de educación emocional para implementar en el sistema educativo actual. No hay duda de que nos hemos dado cuenta que necesitamos un cambio de paradigma educativo. ¡Ahora toca pasar a la acción para vivir ese cambio necesario!