Nuestra visita comenzó en los palacios nazaríes donde la belleza, el misticismo y la cualidad literaria de la Alhambra están fuera de toda duda. Sus paredes están llenos de decoración caligráfica y floral. No sólo los versículos del Corán ocupan sus paredes. También los poemas de la época encontraron un lugar en sus muros, fundamentalmente los de Ibn al-Yayyab, Ibn al-Jatib e Ibn Zamrak. De entre ellos, este último está considerado como el más brillante de los poetas de la Alhambra. Las explicaciones de nuestra guía, así como el recital de poemas de Ibn Zamrak en cada una de las estancias de los palacios, por parte del grupo de teatro y poesía Prometeo, hicieron las delicias de los participantes creando un ambiente mágico y distendido y muy agradable.