Recientemente, la Associació Hàbitats ha publicado su informe anual 2019 sobre el estado de los ríos en Cataluña. Nueva Acrópolis participa en el Proyecto Ríos desde 2008, aportando sus datos de medidas físico-químicas y biológicas de dos tramos fluviales cercanos, dentro de las cuencas hidrográficas del Besós y el Llobregat.
En el aspecto hidromórfico, el 73% de los tramos presentaron perturbaciones. Los ríos y su ecosistema de ribera están dañados por la urbanización y otras actividades humanas, provocando una alteración de los parámetros físico-químicos, lo que conduce a un empobrecimiento de la biodiversidad. Cada vez hay menos especies habitando los espacios cercanos a los ríos, porque hay menos disponibilidad de espacio, luz y oxígeno y, en cambio, encontramos más desechos y sustancias tóxicas para la mayoría de especies animales y vegetales.
Es especialmente preocupante la presencia de residuos en estas áreas. Se estima que cada año llegan a los océanos ocho millones de toneladas de plástico, en parte (aproximadamente un 30%) arrastradas por los ríos.
A esto se añade la manifestación del cambio climático; 2019 se ha caracterizado por ser uno de los años más calurosos y secos de los últimos setenta, y, a la vez, hemos sufrido fenómenos tormentosos extremos, como el temporal Dana, que azotó algunas áreas durante el mes de octubre.
Los impactos citados suponen un gran reto de gestión ambiental. Muchos de los aspectos que condicionan la calidad ecológica de los ríos son difícilmente reversibles, pero creemos que hay mucho margen de mejora, y por ello, Nueva Acrópolis seguirá aportando su labor de acción y divulgación para mejorar nuestros ecosistemas cercanos.