Tarde de cine con nuestros filósofos. En esta ocasión estuvimos con Confucio. El film se centra en la última etapa de su vida. A los 51 años, Confucio aceptó desempeñar un cargo político para contribuir a la pacificación del país en un periodo muy crítico de la historia de China.
Después se sirvieron snacks y té y comentamos frases y momentos importantes sobre su enseñanza. Cada uno de los asistentes eligió una de las frases de la película y se conversó acerca de las virtudes, la justicia y la moral del individuo como clave para una sociedad y una política más justas e íntegras.
En una ocasión un discípulo preguntó a Confucio: “Maestro, ¿cuál es la forma más idónea de servir a los Dioses?”, el Maestro contestó: “Antes de servir a los Dioses, preocúpate de servir a los hombres que te rodean, de hacerlos nobles, valerosos, honrados, justos y virtuosos; y una vez realizado lo anterior, dedícate a los Dioses”.
Allá donde iba le suplicaban que permaneciera por más tiempo, pero invariablemente contestaba: “Me debo indistintamente a todos los hombres, porque considero a cuantos pueblan la Tierra como miembros de una sola y misma Familia en la cual tengo la sagrada misión de Instructor.”
Infatigable reformador de las costumbres de sus compatriotas, instauró una Filosofía y una forma de vida basadas en los dos extraordinarios principios: Justicia y Fraternidad.