El Coro Txantxangorri, formado por integrantes de la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis de Bilbao, salió a cantar en la víspera de Santa Águeda.
Esta celebración es muy popular en al País Vasco. El grupo se detiene en determinados lugares haciendo un corro y a ritmo de los palos «makilak» que golpean el suelo, se entona la canción dedicada a la Santa. Es muy probable que esta tradición tenga un origen más antiguo que el cristiano y haga alusión al despertar de toda la naturaleza después del solsticio de invierno.
En esta ocasión, además se cantaron otras canciones que eran reconocidas por los viandantes como son:
Aldapeko, Uso zuria, Maitia nun zira o el Boga-boga.
Este acto de reunirse, formar un circulo y cantar una canción, tiene el poder de mantener a los seres humanos conectados con la Madre Tierra y de participar de los ritmos de la naturaleza y, como ella, sentir la renovación por dentro y por fuera.