En el Espacio Luzarra se proyectó el Audiovisual-Coloquio titulado El Camino de Santiago: Frontera Espiritual de Europa, en el que se abordaron los enigmas de la
Ruta Jacobea.
Desde siempre, el Hombre, buscando la clave de su existencia, miró y sigue mirando al cielo. De hecho, existe una expresión hermética que dice: “Así es arriba como es abajo”. Así que, no es casualidad la correspondencia entre la Vía Láctea y el Camino de Santiago.
El Camino de Santiago abrió las puertas de la España mística a los peregrinos de Europa. Desde que en el siglo IX fue descubierto el sepulcro del Apóstol Santiago hasta el siglo XIII, una interminable corriente humana proveniente desde lejanos lugares se puso en marcha hacia Santiago de Compostela.
Sin embargo, antes de la era cristiana, ya había calzadas romanas y un camino sagrado en “espiral” mucho más antiguo. Anteriormente, los celtas, bajo la dirección de sus sacerdotes druidas, promovían marchas de peregrinos sobre el lugar donde ahora está emplazada la ciudad de Santiago de Compostela.
Hoy, miles de peregrinos siguen recorriendo ese Camino como una metáfora de la vida donde, el andante se expone a muchos imprevistos, pruebas y retos, en su esfuerzo de conquistar una meta tanto física como espiritual.
Pero, más allá de estas generalidades, cada peregrino es único y vivirá su propia experiencia, porque ya lo decía Antonio Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
Buen Camino