La charla se centró fundamentalmente en su obra como filósofo natural que abarcó no sólo ideas revolucionarias acerca del universo, sino también un profundo sentido heroico que le llevó a enfrentarse con inusitado valor a los fuertes dogmas religiosos, filosóficos y científicos de su época.
En Bruno encontramos, sin duda, un personaje fascinante con interesantes relaciones con el platonismo y la filosofía hermética, que se traslucen en su obra, su vida y su extraordinario pensamiento.
La Iglesia no pidió perdón por su muerte en la hoguera, condenado por la inquisición como “hereje impenitente, pertinaz y obstinado”, hasta el año 2000, cuando se cumplían 400 años de su ejecución, pero sin rehabilitarlo. Sirva esta charla como memoria de un filósofo que defendió sus ideas hasta las últimas consecuencias y de los peligros del dogmatismo.