En la sede de Nueva Acrópolis en Bilbao se llevó a cabo un Té cuento donde se reflexionó sobre un tema que cada vez más gente se plantea: ¿la conciencia…sobrevive a la muerte?
Buscando pistas para resolver este enigma se exploraron los diferentes puntos de vista como el biológico, el científico, el psicológico, el filosófico y como no podía ser de otra manera, “el trascendental”.
Se vio que la vida se define en términos como búsqueda de orden, cohesión, interrelación, lucha por mantenerse frente a las circunstancias…, todo ello frente al caos, inercia o inmovilidad que supone la muerte.
Se señaló que si la muerte empieza donde acaba la vida, tal y como la entendemos de manera común, ¿puede alcanzar la muerte a la Consciencia si ésta no tiene sede física?… se consideró a la Conciencia como lo más esencial del ser humano, aquello que desvela la identidad y el propósito del Ser.
El diálogo transcurrió degustando una taza de té calentita con repostería y se llegó a la conclusión que es responsabilidad de cada ser humano el lograr ser «conscientes» de la propia conciencia y así poder elevarla y dirijir la vida de sí mismo…frente a la muerte física y a otras clases de muerte.
Ejercicio improvisado por los participantes (cada uno solo ve la ultima frase escrita para escribir otra pero hilandola a la anterior):
Día-noche, vida-muerte, es lo mismo en pequeño o en grande. Vivimos en un
mundo lleno de luces y de sombras… ¡Seamos luz, miremos la luz y así veremos
la belleza en todo y en todos! Luz que ilumina y trasciende nuestra noble
existencia, permitiéndonos renacer en cada momento y maravillarnos con todo.
La verdad es que la vida es una: a veces estamos de este lado y a veces del otro.
Hoy doy gracias por estar de este lado. Esta noche Hipnos estará acechando y
moriré para volver a nacer más fuerte y renovada.
Yo estoy, casi segura, de que te vi la noche pasada ¿Me viste en la vida o en la
muerte? En realidad, no podemos vivir bien la vida sin tener presente la muerte