Velada mágica con la recreación de la mujer en Roma, en la que la sede de Nueva Acrópolis Valencia se convirtió en “Domus Valentia” junto a más participantes de Gandía y Castellón.
La unión de las tres sedes dio como resultado una velada de belleza compartida que transformó la voluntad de escuchar, aprender y caminar juntas en una llama que iluminó más allá de las generaciones.
Representando diferentes grupos de mujeres en Roma, se mostró como las mujeres romanas realizaban diferentes papeles en la sociedad. Así, pudieron crear un recorrido que las hizo aprender con las Matronas Educadoras y la escuela de las Estoicas, conocer a las Bordadoras, deleitarse de la fuerza de las Guerreras o maravillarse con la escuela de las Vestales que mantenían el fuego sagrado de la ciudad.
Desde momentos cómicos a bellas y armónicas palabras, cada actuación contribuyó a transportar a todas las presentes a tiempos lejanos, a un escenario único de unidad y feminidad. Un escenario que se iluminó con el regalo que las participantes de Castellón habían preparado, una hermosa canción que resultó el broche perfecto a las actuaciones de esta velada.
Finalizando este encuentro, con la colaboración de todas las presentes se crearon unos mandalas con las imágenes de Venus Urania y Venus Pandemus, aportando cada una un poco de su forma, color y belleza. Toda esta esencia individual se reuniría finalmente de manera simbólica en un regalo que les ayudaría a recordar el amor y la fuerza que caracterizó a la civilización Romana.
Juntos tenemos un todo que transciende lo individual y se convierte en belleza compartida y como las partes de un mandala nos unimos, desde el centro de nuestra verdad hacia los bordes infinitos del entendimiento mutuo.
