Nos comentaba el escritor Antonio Enrique, elogiando el libro de María Dolores, que los amigos de Platón existirán siempre porque su legado es la propia historia del pensamiento. Muchos ignoran que lo son porque lo platónico viene a ser una condición del ser humano en todos los tiempos y culturas. Le ha sorprendido el lenguaje concreto y absolutamente claro de la periodista, con un tono siempre amable y conciliador, el afán dialogante que transpiran estas páginas y sobre todo, la toma de distancia sobre los textos de reflexión, esto ya pertenece a su placenta filosófica. Como embuída en el espíritu platónico, en primer lugar, Mª Dolores, no induce ni obliga a pensamiento alguno; expone con moderación y calma sus reflexiones. Aunque hay que decir que la autora ha tenido la valentía de trasmitir esa cadena de oro de los eslabones del pensamiento platónico en un tiempo de descrédito de toda heroicidad de índole sagrada. La escritora establece la genealogía de la familia del pensamiento platónico. Y no menos meritorio es la labor de desglose, de las procedencias así como la indagación de la axiología de los conceptos.
También es importante en este libro la reivindicación de las distintas escuelas como la de Atenas, Alejandría, Constantinopla, Siracusa… Nuestra autora ha ido ensamblando, con gran perspicacia, una historia de la filosofía fuera de los conductos habituales, ya que nos presenta unos filósofos comprometidos con los ritos del despertar del alma y la práctica de la virtud. La autora cree que si hay en la actualidad lugar para la práctica de la virtud y para el espíritu. La filosofía es un método que nos pone a salvo de los dos grandes extremos con respecto a la vida del espíritu como son el escepticismo y el fanatismo. Piensa que Platón puede ser un buen guía para el espíritu. Pero como en las grandes tragedias el ser humano no puede buscar solo, sino que tiene que buscar compañeros de ruta, maestros que le enseñen, tiene que tener conciencia de a dónde va. Todo ello nos demuestra que es difícil recorrer solos la vía del espíritu. Nos comentaba Mª Dolores que ha recurrido a la palabra amigos porque es muy platónica. Decía Platón que era amigo de Sócrates pero más amigo de la verdad. Platón tiene mucho que decirnos. Él nos ha dado el método para la búsqueda de la Verdad, de lo Bueno, de lo Justo y de lo Bello. También nos ha proporcionado un modelo para que juntos encontremos la Verdad conversando. En los momentos tan difíciles en los que nos toca vivir, es de urgencia que los seres humanos aprendamos a dialogar intercambiando nuestros puntos de vista, y que aprendamos a caminar juntos en busca del conocimiento.
Este libro ha sido escrito con la intención de acercar a los lectores a estos personajes con los que se ha ido encontrando a lo largo de su vida. Ellos le han sorprendido con conceptos luminosos que le ha enseñado y creado ese afán de conocer su opinión sobre los conceptos e ideas platónicas. Y algo curioso es que todos estos amigos de Platón abrieran Escuelas de Filosofía con un método y funcionamiento muy parecido a Nueva Acrópolis. Estos grandes sabios no sólo nos trajeron la posibilidad de acceder a los misterios de la naturaleza, del universo y del hombre, sino que también con un lenguaje que pudiera ser comprendido por gentes de diferentes religiones, civilizaciones y culturas, nos han proporcionado la manera para conseguirlo, y esto es a través de una Escuela de Filosofía. En pleno siglo XXI la autora ha querido rendir homenaje a todos aquellos filósofos ilustres y a su legado. Y nos reta a que cada cual indague en el conocimiento de estos sabios, no sólo para aprender de ellos, sino para pasarlo bien con sus enseñanzas, y ser conscientes de lo necesitada que está nuestra alma de ellas.