El talentoso grupo Antzerkina ha representado fragmentos de la famosísima obra de Zorrilla «Don Juan Tenorio». A través de diversas escenas nos han hecho reflexionar sobre nuestro destino y de cómo podemos rectificarlo con nuestros actos, aunque sea en nuestro último suspiro si realmente el punto de «contrición» es puro y verdadero. En este sentido, la muerte aparece como un puente que conecta el mundo de los vivos con el de los muertos, no como un final de la existencia.
El amor profundo que siente Don Juan por la virtuosa Doña Inés despierta en él el deseo de convertirse en mejor persona y no ceder ante las bajas pasiones; le inspira la voluntad de dominarse a sí mismo y conocer la virtud.