Aristóteles fue un filósofo cuya vida fue el ejemplo de su propio pensamiento. Para él la felicidad y la amistad van unidas. Y el hilo conductor para conseguir ambas sería la virtud, virtud como excelencia, es decir, la amistad que puede hacernos felices se consigue desde lo mejor de nosotros mismos. Porque compartiremos las experiencias más elevadas, que nos ayudarán a conseguir unos lazos de amistad más fuertes, ya que no estarán sujetos a las vicisitudes de la vida. Ello nos ayudará a saber ver lo mejor del amigo y de nosotros mismos. Es una virtud social, porque contribuye a que nuestro camino en la vida sea más fácil y feliz.