Iván Rodes, propuso en la charla un espacio de reflexión interna ante un tema bastante difícil de abordar, por la profunda complejidad y misterio que encierra, como lo es, el sentido de la vida, ya que hacia esto apuntan las palabras en sánscrito que dan título a la conferencia: Dharma y Karma.
La naturaleza se expresa de un modo inteligente a través de leyes que hemos ido conociendo paulatinamente, como procesos que se van reestructurando por sí mismos, el Dharma es una ley que en cierta manera ordena el universo, afirmaba Iván Rodes. El Karma es una ley de causas y efectos que nos permite entender las reglas del juego de la existencia. Estos conceptos que, a priori, identificamos con culturas de la India, se han desarrollados en muchas más civilizaciones con diferentes nombres para explicar lo mismo, por ejemplo en China, el Dharma es Tao y en la antigua cultura egipcia es Maat.
Cada elemento de la manifestación, desde una galaxia, un sistema solar, un planeta, un animal, una especie, un país, una familia, una relación o una persona, tiene un Dharma que cumplir, algo como un sentido de existencia que es a la vez un camino de evolución y el Karma es la ley de compensación, o de re-equilibrio, de aplicación de justicia sin intención vengativa sino más bien pedagógica que actúa para mantener a aquello manifestado en Dharma, en el camino o en la Ley.
Para finalizar, el orador animó a replantearnos el sentido de la vida, porque cada uno tenemos el futuro en nuestras manos y entendiendo mejor las leyes del Dharma, tendremos mayores oportunidades de jugar con inteligencia el juego de la vida.