Por tercer año consecutivo, Nueva Acrópolis Sabadell ha celebrado una nueva edición de los Juegos Florales con un gran éxito, tanto de participantes como de asistentes a la entrega de premios.
Debemos dar las gracias, tanto a todos los participantes en el concurso como a nuestro jurado, M. Ángeles Reina y Enrique Galbis, que muy generosamente nos ayudan en el tan difícil arte de elegir las mejores obras presentadas, y decidir qué obras son las ganadoras.
Este año 2023, se decidió hacer solo tres categorías: 1. poesía y haikus. 2. prosa. 3. otros: pintura, dibujo, manualidades, fotografía… Y huelga decir que los tres apartados se completaron, siendo un gran éxito a nivel participativo. Hubo bastantes poesías, haikus, dibujos y pinturas, manualidades, ensayo, relatos, fotografía…, un poco de todo muy bien avenido.
Una vez más recordamos a la diosa Flora, como se hacía en la antigua Roma, ya que esta tradición viene de muy lejos, de cuando se hacían las Floralias en honor a la diosa Flora; tenemos registros de que Cicerón, en el año 69 a.C., fue un participante en la organización de estos juegos. Flora era la diosa protectora de todo lo que florece, de la primavera, de los jardines, y además la protectora de las mujeres, así como una de las diosas más antiguas de Roma.
Los Ludie Florae, que significa los Juegos de Flora, eran de carácter plebeyo y los romanos lo celebraban durante seis días consecutivos, empezando el día 27 de abril y marcando así el inicio de la primavera. Se hacían actuaciones de teatro, espectáculos de circo, competiciones y una ofrenda a Flora. Como rasgo curioso a destacar, esos días todos vestían ropas de alegres colores, una manera de imitar a la naturaleza cuando explosiona en primavera.
Las Floralias simbolizaban la renovación del ciclo de la vida; por ello, durante la celebración, se liberaban liebres y cabras por ser animales muy fértiles, y también hacían una lluvia de legumbres: garbanzos, habas, guisantes… todo ello como asociación a la fertilidad. Como vemos, las Floralias eran un himno a la vida, a la renovación.
Nosotros, en Sabadell, fuimos más modestos en la celebración, pero aun así fue una celebración alegre y distendida, donde disfrutamos del emocionante momento de saber quiénes eran los ganadores, los cuales se llevaron un diploma acreditativo así como un pequeño obsequio. Y por supuesto, después lo celebramos todos juntos con un pequeño ágape muy filosófico y fraternal. Ahora solo queda esperar al próximo año y que podamos seguir celebrando este magnífico certamen durante muchos más. ¡Gracias a todos por hacer realidad esta experiencia tan bella y gratificante!