Juan Aguilar nos acercó al entrañable filósofo Sócrates, filósofo de la antigua Atenas que gustaba de dialogar sobre distintos temas en el ágora de la ciudad y en otros emplazamientos de la misma. Su escuela fueron la calles de Atenas y su influencia es palpable en nuestros días, marca un antes y un después en la historia de la filosofía.