En Nueva Acrópolis Granada celebramos, como cada año, la popular noche de San Juan, la más mágica del año.
En la víspera del 24 de junio, las hogueras se adueñan de playas, laderas y rincones.
Su origen está ligado a la celebración del solsticio de verano, el 21 de junio, donde se prendía una hoguera y de ahí salían rituales y peticiones para todo el año. La noche de San Juan está relacionada con antiquísimas tradiciones y leyendas.
La finalidad de este rito era “dar más fuerza al sol”, que a partir de esos días se va debilitando hasta llegar el solsticio de invierno. Simbólicamente el fuego también tiene una función “purificadora” en las personas que lo contemplan.
La hora mágica llega a las doce, y es el momento de sumarse al ritual de la purificación por medio del fuego. Pero antes, es tradición en Granada lavarse la cara con el agua recogida el día anterior en la frías aguas del barranco de San Juan para tener mejor aspecto durante todo el año. Seguimos con el ritual del fuego que, según la tradición, ha de echarse a la hoguera algo viejo, o un papel donde escribimos todo lo que nos gustaría cambiar. Mientras se quema en las llamas, saltamos tres veces el fuego.