Para los participantes del taller de plantación de árboles frutales realizado por Nueva Acrópolis Barcelona, el fin de semana ha empezado con importantes conocimientos. Los que creían que plantar un árbol era una actividad elemental se han sorprendido con las explicaciones acerca de su biología, las diferentes especies, la influencia de los ciclos naturales y del clima. Asimismo han aprendido sobre abonos, sobre las necesidades del suelo y la preparación de la tierra.
Enseguida, portando azadas y rastrillos, llevaron a la práctica estas ideas básicas preparando el suelo, aireando la tierra, abonando y regando. Llegaron a plantar cerca de siete diferentes tipos de árboles frutales a lo largo de la mañana.
El principio de la primavera favorecerá su crecimiento y, de acuerdo con el voluntario y responsable del taller, Sebastián Romero, en una semana los árboles sembrados ya empezarán a tener hojas. Tardarán de cuatro a cinco años en dar frutos si se les cuida bien. Es un trabajo para el futuro.
Para él “el futuro del árbol no depende solamente de la preparación y de las técnicas sino también de la conciencia con que se planta. Hay pequeños detalles que son fundamentales e influyen directamente en su desarrollo”.
Todos estos conocimientos llevados a la vida práctica sirven para crear un acercamiento a la naturaleza, ampliar la concienciación ecológica y el respeto hacia los principios fundamentales de la vida.
ME ENCANTARÍA SER VOLUNTARIA Y PODER PLANTAR ARBOLES