El director de Nueva Acrópolis en Valencia, José Manuel Alabau, ofreció una charla sobre El Kybalión, un libro del siglo XIX escrito por tres masones: William Atkinson, Michael Whitty y Paul Foster, y que está basado en enseñanzas egipcias procedentes de los textos de las pirámides recopiladas en el Corpus hermeticum.
El libro sintetiza los siete principios herméticos que nos descubren las leyes de la Naturaleza. Según el primer principio, el Universo es mental. Los arquetipos construyen el mundo; nuestras ideas principales marcan nuestro modo de actuación. De ahí la necesidad de vivir los grandes ideales, el bien, la verdad, la bondad, la justicia. El segundo principio habla de una correspondencia entre todas las cosas, así es arriba como es abajo. Tan solo con conocerse a uno mismo, con conocer al ser humano, se puede conocer el universo. El tercer principio es el de vibración, todo está en movimiento, y en evolución, nada puede estar estático. El cuatro principio es el de la polaridad, en este Universo todo es dual, el bien y el mal, la oscuridad y la luz, el placer y el dolor. En un mundo de contrarios, el odio no cesa con el odio, sino con el amor, mientras que la ignorancia solo cesa con el conocimiento. El quinto principio es el del ritmo, todo es cíclico y sujeto a un ritmo de tipo pendular, hay momentos de avance y otros de aparente retroceso, hay momentos de vida y momentos de muerte. El sexto principio es el de causa y efecto, nada es casual, sino que todo es causal. Somos responsables de nuestro destino, y según sembremos, así recogeremos. Finalmente, el séptimo principio es el de la generación, la existencia de lo masculino y lo femenino, del yin y el yang.
Nuestro universo se dirige de la pluralidad hacia la Unidad, como su mismo nombre indica, y gracias a estas enseñanzas podemos aprender a vivir acompasados con la marcha del cosmos.