Realizamos un viaje a la antigua Mesopotamia para conocer a Gilgamesh, el héroe por excelencia. Junto a él estará Enkidu, amigos inseparables. Juntos superan las pruebas que van forjando el carácter del héroe como por ejemplo vencer al poderoso gigante Cumbaba o rechazar a la tentadora Diosa Ishtar. Enkidu simboliza nuestros defectos, la parte más instintiva y pasional de nuestra personalidad, que lejos de reprimir, hay que reconocer y trabajar con ella para educarla. El mito finaliza enseñándonos que en el viaje de la vida, más allá de los éxitos personales conseguidos, lo importante es el aprendizaje adquirido por las experiencias vividas.