Nueva Acrópolis Zaragoza ha ofrecido un coloquio filosófico sobre educación emocional, tema que nos interesa a todos por la complejidad de la psiquis humana. Actualmente estamos inmersos en un paradigma racionalista donde se da primacía a la formación del ser humano desde una perspectiva intelectual y hemos creído durante mucho tiempo que esto nos llevaría a disfrutar de una vida feliz. Nada más lejos de la realidad a la vista de los resultados…
Está más que claro que hace falta otro factor en la ecuación de la educación integral, y éste precisamente, es el relativo a la inteligencia emocional. Las civilizaciones antiguas conocieron perfectamente esta parte importante del ser humano y establecieron métodos válidos para su formación en aras de lograr el equilibrio, la armonía y el bienestar individual y colectivo.
Las emociones no son buenas ni malas, más bien son necesarias y lícitas y debemos permitirnos sentirlas sin reprimirlas. Es una tarea verdaderamente importante hoy en día para el desarrollo personal y la convivencia pacífica entre los seres humanos.