La profesora Cristina Díaz nos introdujo en el simbolismo de la obra de J.R.R.Tolkien en la conferencia que impartió en la sede de Nueva Acrópolis Málaga.
Tolkien ha sido el autor de dos de los mayores best sellers del siglo XX, El Hobbit y El Señor de los Anillos, que en distintas encuestas ha sido elegida varias veces como la obra más influyente del siglo pasado. Filólogo y profundo conocedor de la mitología de distintas culturas, Tolkien recreó todo un mundo partiendo de su hobby de invención de lenguas, que asignó a distintos pueblos fantásticos como los Elfos, los Enanos o los Orcos y a los que dotó de su propia mitología e historia. La Tierra Media le sirvió de escenario para desarrollar una historia épica sobre la eterna lucha entre el bien y el mal, y para reflejar sus propias ideas sobre la naturaleza del mal, la libre elección, el heroísmo, el valor del sacrificio y la compasión.
En El Señor de los Anillos podemos distinguir una estructura fundamental que se encuentra en la base tanto de otras obras literarias y cinematográficas como de mitos de distintas culturas, definido por el mitólogo Joseph Campbell en su obra El Héroe de las mil caras como el camino o el viaje del Héroe. Frodo, Gollum, Sam Gamyi, Sauron, Aragorn o Gandalf no sólo son personajes fantásticos sino que son arquetipos que se refieren a los aspectos positivos y negativos de nuestra personalidad. A través de esta clave de interpretación se pueden extraer valiosas enseñanzas aplicables en nuestra vida cotidiana. Por tanto, estamos ante una obra que no sólo sirve para evadirnos a un mundo fantástico, sino ante una obra universal, un clásico contemporáneo que nos sirve para volver a conectar con el héroe que cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior.