El Espacio Alejandría celebró del 9 al 14 de noviembre la “Semana Estoica”, unas jornadas dedicadas a la reflexión, la divulgación y la aplicación de los principios del estoicismo con motivo del Día Mundial de la Filosofía. Cada una de las sesiones pudo seguirse a través del canal de YouTube de la propia asociación (Espacio Alejandría Cultural), desde donde se difundieron las retransmisiones en directo diarias. Asimismo, todos los vídeos permanecen accesibles en dicho canal y pueden volver a visualizarse.
En las primeras cuatro sesiones realizadas entre el lunes y el jueves, se plantearon charlas, ejercicios, cuentos y debates sobre los principios y conceptos asociados al estoicismo.
El primer día se abordó el origen de la filosofía estoica, establecido en el periodo helenístico de la antigua Grecia, cuando su fundador, Zenón de Citio, creó la escuela que permaneció durante varios siglos.
El martes se profundizó en la vida y obra de Séneca, con especial atención a sus consignas para aprovechar el tiempo. En este sentido, se ofreció un coloquio para comentar las sentencias de su obra “De la brevedad de la vida”.
El miércoles se hizo hincapié en la figura de Epícteto, el esclavo liberto que en sus “Máximas” nos invitaba a aceptar el destino y a cultivar las virtudes en lo que de nosotros dependa. Y el jueves, las “Meditaciones” del emperador Marco Aurelio nos alentaron a valorar la importancia de cultivar la vida interior, un principio básico del estoicismo para alcanzar la ataraxia o serenidad del alma.
Por último, el sábado 14 por la mañana tuvo lugar el mini congreso “Una mirada estoica”, con el que Espacio Alejandría clausuró su semana dedicada al estoicismo.
La primera intervención de la mañana ofreció una visión panorámica de los principios y técnicas propugnadas por los filósofos estoicos a lo largo de la historia. La visualización de uno mismo conscientemente dirigida, el aprovechamiento del presente, el cultivo de la razón superior o la aceptación de las leyes de la naturaleza son algunas de las propuestas que se pusieron sobre la mesa. En último término, se defendió la necesidad de integrar estas y otras técnicas en la manera de ser de la persona para poder alcanzar el autodominio, entendido como una forma de felicidad basada en la virtud.
Respecto al postureo en el estoicismo, se denunció el uso de técnicas pretendidamente estoicas en el mundo empresarial y en la industria del fitness para justificar el éxito económico y la buena forma física, respectivamente. Así, mientras que este tipo de postureo proyectado hacia el exterior se basa en actitudes impostadas que persiguen alardear de buenos resultados, la auténtica postura estoica aspira al desarrollo de las virtudes internas para afrontar cualquier situación.
En la ponencia de cierre, se puso de manifiesto la necesidad de cultivar los valores internos individuales y sociales en el actual contexto de crisis derivada de la pandemia. Pese a que gran parte de los discursos sobre la crisis giran en torno a los efectos sanitarios y económicos, aquí se hizo hincapié en la decadencia moral. En este sentido, se propusieron actitudes como la empatía, la fortaleza interior y la admiración de los “héroes cotidianos” a modo de enseñanzas que extraer de la actual experiencia. En definitiva, tales actitudes nos acercan al ideal estoico que, si bien resulta inalcanzable, nos sirve como horizonte hacia el progreso.