A veces se escucha la frase : “Todo tiempo pasado fue mejor”. Los nostálgicos la emplean para casi todo. Pero ¿es cierto lo que afirma la frase? Pensemos por ejemplo en el campo de la educación, sobre el cual debatimos en una charla-coloquio que contó con una gran participación.
En la educación de hace muy pocas generaciones había un adoctrinamiento atroz, la educación era discriminatoria y completamente basada en la memoria, más que en la comprensión. Sin embargo, en los tiempos actuales la situación ha cambiado del todo. Cada sucesivo gobierno ha ido cambiando las leyes educativas y los métodos de enseñanza, que han producido muchas mejoras en prácticamente todos los ámbitos. Por desgracia, tantos cambios, unidos a una sociedad cada vez más rápida y caótica, han dado que los profesores (y en consecuencia el alumnado) vivan en una situación, cuanto menos, inestable.
La solución pues, la buscamos una vez más en los clásicos como Platón y Confucio, que ofrecen en sus escritos diversas claves para mejorar un pilar tan básico dentro de la estructura social como es la educación. Los niños tienen un Alma que necesita los medios para desarrollarse lo más plenamente que pueda. Hasta que el método educativo no contemple esta realidad, seguiremos teniendo una educación incompleta.
Este cambio, no obstante, se debe producir poco a poco. Como decía Confucio: “El hombre que mueve montañas, al principio apartaba piedrecitas”.