La exposición «Ídolos, miradas milenarias», en el Museo Arqueológico de Alicante MARQ, ha recogido piezas encontradas en la parte occidental de Europa únicas en el continente. Datadas de entre 3300 y el 2500 a. C. abarcan finales del Neolítico y principios del Calcolítico y fueron encontradas tanto en España como en Portugal.
Glyn Daniel, arqueólogo que se especializó en este período. El vídeo del comienzo de la exposición relataba: “Los constructores de las grandes sepulturas megalíticas de la Europa Occidental se mostraban imbuidos de fervor religioso. Veneraban una deidad femenina, cuya faz nos mira con sus grandes ojos”. Y eso encontramos en esta exposición, figuras cilíndricas con grandes ojos marcados representando al sol. Hechas de hueso o marfil. Placas de pizarra con motivos geométricos y figuras antropomórficas que representan formas femeninas llamadas “Venus”.
Todas representando el culto a la Diosa Madre, un testimonio de las creencias de aquella época. Al parecer estas sociedades invocaban linajes ancestrales que tenían una gran importancia social. La mayoría fueron encontradas en necrópolis aisladas donde hasta las paredes estaban decoradas. Durante la visita también encontramos la reproducción de una tumba en la que había enterradas varias sacerdotisas juntas. Y entre estas figuras femeninas e ídolos cilíndricos oculares, también había expuesto báculos ceremoniales, dagas y láminas doradas que recuerdan a las famosas láminas órficas con las que los difuntos eran enterrados y las cuales contenían instrucciones a seguir en el más allá.
Tras ver la exposición, salimos con la idea de que estas sociedades primitivas compartían ese anhelo de eternidad que tiene todo ser humano, y que tan poca importancia le da nuestro mundo moderno. Y que compartían la creencia, que ya tenían por ejemplo en el Antiguo Egipto, de que el viaje continua en el más allá y que vida y muerte son dos caras de una misma moneda. Fruto de un movimiento cíclico que forma parte de la VIDA UNA.