El club de lectura Los Clásicos No Muerden de Nueva Acrópolis Barcelona ha dedicado esta cita a la autobiografía de Carl G. Jung, Recuerdos, sueños, pensamientos, un verdadero memorial analítico repleto de contenido simbólico, viajes interiores y descubrimientos sobre los secretos del alma humana.
En este encuentro hemos compartido interesantes reflexiones sobre ideas y vivencias que contribuyen a que podamos avanzar en el proceso de autoconocimiento. El valor inestimable de la vida y obra de Jung se 
debe a que durante toda su vida le movió la generosidad por ayudar a los que sufren y por ser un buscador incansable, superando fuertes resistencias y dificultades para conocer los misteriosos senderos de la psique humana.
Con una fuerte influencia de la filosofía clásica de Oriente y Occidente, afirma que todos sus escritos son «encargos que proceden del interior» y que su vida «es la historia de la autorrealización del inconsciente». En este sentido, el contacto con su obra ha contribuido a que cada participante del club de lectura pudiésemos constatar que la psique humana es mucho más rica y profunda de lo que normalmente solemos pensar.
«La vida siempre me ha parecido como una planta que vive de su rizoma. Su verdadera vida no es visible, se esconde en la raíz; lo que se ve por encima del suelo dura solo un verano. Después se marchita: un fenómeno efímero. Si se piensa en las generaciones y procesos de la vida y de las culturas, se tiene la impresión de una nulidad absoluta; pero yo nunca he dejado de experimentar el sentimiento de algo que vive y subsiste bajo el cambio eterno. Lo que uno ve es el retoño, que siempre perece. La raíz subsiste».
Además de tratar sobre la vida del autor, hemos reflexionado sobre algunos temas fundamentales en su filosofía, como son la estructura de la psique, el inconsciente colectivo y los arquetipos, la sincronicidad, el proceso de individuación, la alquimia y el poder de los sueños.
A todos nos ha encantado esta lectura y nos ha inspirado para seguir profundizando en la filosofía junguiana y, principalmente, en nuestro rico y prolijo mundo interior.
