El entusiasmo por la vida, la ilusión, la esperanza…
Más Allá y Más Antes, dos expresiones que en realidad nos son muy desconocidos y a la vez familiares. ¿Quién no ha pensado alguna vez en qué pasa cuando morimos?
Hablar de términos como el alma o la reencarnación no es sencillo porque siguen siendo hoy en día palabras que generan mucha controversia; al fin y al cabo, hasta que no nos llegue el momento final no sabremos realmente qué hay más allá de la vida y la muerte.
Para Platón, como describe en su obra la República con el mito de Er, existe la reencarnación, al igual que en la India, como relata Krishna a Arjuna en el Bhagavad Gita. Nietzsche nos hablaba del eterno retorno y de buscar conciencia en nuestras acciones. En cambio, otras teorías destacan que nacemos, crecemos y nos reproducimos para finalmente morir sin más.
Realmente, no sabemos a ciencia cierta de dónde venimos o hacia dónde vamos, ¡ahí está la magia de la vida, ese gran misterio mágico!
Pero la vida ha de tener un sentido, en ella evolucionamos. Está claro que lo más importante es el presente, el día a día que la vida nos regala y a la que hemos de estarle agradecidos en todo momento por lo que nos acontece diariamente.
Pero no podemos evitar preguntarnos ¿por qué soy como soy? ¿Qué hago aquí? ¿Qué hace que sea como soy? ¿Qué es la vida?
Y en estas, descubrimos a Joe Gardner, un joven profesor de música en un instituto que sueña con tocar en un grupo de jazz y que justo cuando está a punto de conseguirlo fallece. Su alma se rebela, porque cree injusto que se tenga que marchar ahora… ¡ahora que su vida empezaba a tener sentido!
Y ahí empieza su aventura, no quiere ir al Más Allá y termina apareciendo en el Más Antes, donde las almas forman su personalidad, saben quiénes son y encuentran «la chispa de la vida», el propósito vital, requisitos todos para volver a la tierra. Y es que ya nos lo decían los estoicos: conócete a ti mismo.
Y hasta aquí puedo leer…
La magnífica conferencia estuvo a cargo de Agustí Becerra, profesor de Filosofía comparada de Oriente y Occidente y voluntario en la sede de NA Sabadell, quien nos deleitó con una estupenda explicación sobre los matices esenciales de la película y con pequeños ejercicios de reflexión al estilo estoico. Así que os animamos a ver esta genial película de Disney y que la disfrutéis en toda su plenitud.
Vive la vida como un niño, disfruta al máximo cada minuto del día, descubre quién eres realmente, comparte tu vida con los otros ayudándolos y reconfortándolos, preocúpate por lo que realmente lo merece, confía en tus sueños haciéndolos realidad y vive la vida que deseas, piensa en positivo, rodéate de buenas personas, celebra la vida… y sobre todo actúa, no postergues las cosas y que nada te paralice. ¡Celebra la vida como se merece!