Hemos asistido en la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis Castellón a una fascinante charla que abordó una cuestión tan intrigante como compleja: ¿es posible que el alma o la conciencia humana continúe existiendo fuera del cuerpo tras la muerte clínica?
El ponente, Carlos Pedro Bernat, profesor de filosofía comparada entre Oriente y Occidente, exploró este tema desde una perspectiva antropológica, científica y cultural. Durante su intervención, nos guió a través de un viaje por las diversas formas en que las culturas de todo el mundo —desde tribus aisladas hasta civilizaciones avanzadas como la griega, la egipcia o la romana— han interpretado la transición entre la vida y la muerte. Según Bernat, esta sensación de que algo persiste más allá del final físico ha acompañado al ser humano a lo largo de la historia.
Uno de los momentos más destacados de la charla fue la proyección de varios fragmentos de entrevistas realizadas al doctor Manuel Sans Segarra, un prestigioso cirujano ya jubilado que ha dedicado los últimos años a investigar este fenómeno. En estos videos, el doctor relataba experiencias propias y ajenas que refuerzan la posibilidad de que exista algún tipo de vida tras la muerte. Según Sans Segarra, sus investigaciones le han llevado a colaborar con neurólogos, psiquiatras e incluso físicos cuánticos, siendo estos últimos quienes ofrecieron una explicación intrigante: la energía no se destruye, simplemente se transforma, lo que sugiere que la energía humana podría trascender a otra dimensión o estado de la realidad una vez que el cuerpo físico deja de funcionar.
A pesar de lo interesante del tema, la charla no pretendía ofrecer una respuesta definitiva, sino más bien abrir un espacio de reflexión para que cada uno saque sus propias conclusiones. La sesión terminó con un breve pero enriquecedor debate, que incluso continuó fuera de la sala, mostrando el gran interés que genera esta cuestión.