¿Qué es lo que nos impide a menudo alcanzar nuestros sueños más audaces? ¿Qué nos paraliza en la encrucijada entre el miedo y la acción? Estas son preguntas que todos nos hemos formulado en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, encontrar respuestas y, lo que es más importante, soluciones, puede parecer un desafío monumental. Es aquí donde la charla «Cómo desarrollar la valentía», impartida en Nueva Acrópolis Castellón buscó aportar una perspectiva filosófica y práctica a tan importante tema.
Desde tiempos inmemoriales, las artes marciales han sido un camino hacia la autodisciplina, el dominio del cuerpo y la mente, y la conexión con el poder interior. Desde esta perspectiva opera el llamado Instituto Bodidharma, asociación dentro de la Escuela de filosofía Nueva Acrópolis que se enfoca en el desarrollo del potencial humano a través de la práctica marcial. El instructor Carlos Pedro Bernat, director del Instituto Bodidharma en España y fundador de la Escuela de Tai Chi Wu Hsin, guió a la audiencia a través de un viaje introspectivo hacia la comprensión de la valentía.
Durante la charla se abordaron temas como: ¿qué ocurre cuando no desarrollamos el valor? ¿Qué consecuencias puede tener dejarse llevar por el pánico? ¿Es siquiera bueno tener miedo?
La respuesta, sorprendente para la sociedad actual, es que sí: el miedo es bueno, siempre y cuando lo tomemos como lo que es: una alerta, un indicador de que necesitamos más fuerza o más atención para enfrentar una situación que tenemos delante, sea ésta una amenaza física… o simplemente, salir de nuestra “zona de confort”, porque el miedo es miedo, en cualquiera de los ámbitos en los que aparezca, y por lo tanto, sus mecanismos, utilidades y peligros son iguales.
Para que la lección no quedase en una nube teórica, la actividad se complementó con un taller práctico para desarrollar el valor a través de ejercicios que, si bien no revestían un gran peligro, eran suficientes para hacer aflorar pequeños miedos de manera controlada. Así, los asistentes tuvieron la oportunidad de estudiar su propio miedo, a modo de laboratorio, extrayendo bellas conclusiones finales que, seguro, les van a servir mucho para vivir de forma más plena y consciente de ahora en adelante.
