Con motivo del Día de los Enamorados, que se celebra el catorce de febrero, los asistentes al Té- Cuento se reunieron en torno a un té ó infusión endulzándolo con pastelería casera para compartir historias acerca del amor.
Aunque no está claro el origen de esta celebración, y hay muchas teorías, una de ellas es que el sacerdote San Valentín, allá por el siglo III de nuestra era, desafiaba al poder romano casando a jóvenes enamorados en secreto, y, de paso, convirtiéndolos al cristianismo.
Sin embargo, mucho antes de que los cristianos tomaran protagonismo en la historia, griegos y romanos ya veneraban a sus respectivos dioses del amor: Cupido, disparando sus flechas de amor y Eros. La mitología griega cuenta, además, una bella historia que une a Psique (el alma) con Eros (el amor).
También se rastreó la etimología de la palabra amor, que se compone del prefijo de negación a- y el término -mors que en latín que significa muerte, lo cual significaría que el Amor es inmortal. Abundantes son los matices y aspectos que el amor adopta: cariño, aprecio, pasión… pero todos ellos están comprendidos en el Amor con mayúsculas.
En esta velada amenizada además por un violinista se habló del lado comercial de San Valentín, se recitaron poesías, se leyeron y comentaron varios mensajes en forma de cartas en las que grandes maestros como Platón hablan del amor; se compartieron ideas y experiencias enriquecedoras y se hicieron reflexiones en voz alta.
Como resultado, una fructífera tarde filosófica para los allí presentes dedicada al Amor.