En conmemoración del Día Internacional de la Filosofía instaurado por la UNESCO y que se homenajea cada tercer jueves de noviembre, se ha celebrado en la sede de la Asociación Nueva Acrópolis Alicante, el XV Foro de Filosofía. Este año, 2024, el tema elegido como hilo conductor del foro ha sido el de: la Unidad por la Diversidad.
El foro se ha desarrollado con la presentación de cuatro ponencias a lo largo de la jornada. La primera ponencia de la mañana ha estado a cargo del escritor y periodista, Manuel Mira Candel, autor de la recientemente publicada novela Giordano y la Reina, quien ha hablado sobre Giordano Bruno y la libertad. Manuel Mira Candel rememoró su casual encuentro con la figura del gran libre pensador del renacimiento y las interesantes investigaciones que realizó durante años sobre el filósofo. Seguidamente repasó la biografía del célebre filósofo y ofreció una emotiva semblanza de Giordano Bruno que conmovió al público asistente. “La rebeldía de Giordano Bruno es la expresión poética de la libertad” fue el colofón de su interesante charla.
A continuación, el escritor y filósofo, Ramón Sanchis Ferrándiz, realizó su ponencia sobre Ibn al- Arabí, el gran sabio de Al-Ándalus (Murcia, 1165-1240). Esta figura, bastante desconocida en la actualidad, fue un filósofo, poeta, místico de múltiples facetas, y maestro de maestros. Ibn al-Arabí, que fue considerado un segundo Mahoma, influyó notablemente en su época y en figuras posteriores como Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, y Dante Alighieri, y además, trascendió los límites del Islam. Se podría considerar un revolucionario por la gran profundidad de su pensamiento. Escribió más de cuatrocientas obras de las que se conservan medio centenar. El disertante hacía hincapié en la doctrina de Ibn al-Arabí, que postulaba “la unidad del ser y la existencia” y que lo Uno es la esencia de da lugar a todo cuanto existe. De dicha esencia, que bien podría llamarse el Todo, emana la multiplicidad de la vida, que según el gran maestro, es la diversidad de los seres la que compone el rostro que Dios adopta al expresarse.
Por la tarde, la sesión comenzó con la ponencia conjunta de Cristina Suárez Riojas, graduada en sociología y Rodrigo Carreño Muñiz, graduado en filología clásica sobre la “Diversidad religiosa: hacia una filosofía del encuentro”. La diversidad debe ser considerada como una oportunidad para el enriquecimiento mutuo en vez de una fuente de conflicto nos decía Cristina Suárez. También explicaba que actualmente el individuo está aparentemente incapacitado para reconocer al otro porque el yo es el epicentro de las relaciones sociales y como consecuencia busca y se identifica sólo con quienes se le parecen. Históricamente en España ha habido una narrativa centrada en lo católico hasta hace relativamente poco tiempo, a saber, la expulsión de judíos y musulmanes en los siglos XV y XVI , la influencia de la Inquisición para eliminar cualquier rastro de distintas creencias y el posterior tratamiento hegemónico de la religión católica durante la dictadura franquista. Se están promoviendo iniciativas para paliar esta situación desde instituciones como el Observatorio del pluralismo religioso en España.
Por su parte Rodrigo Carreño, nos ilustraba de las bondades del diálogo desde la perspectiva socrática y nos daba ejemplos a lo largo de la historia de diálogos intra-religioso, interreligioso y trans-religioso, con ejemplos de intentos de acercamiento entre diversas religiones o dentro de la religión cristiana entre sus diversas manifestaciones.
La última ponencia del foro estuvo a cargo del profesor y filósofo, D. Juan Adrada Lozano, quien es director de la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis de Alicante. El disertante hizo una semblanza de la Asociación Nueva Acrópolis y su aportación a lo largo de los últimos sesenta y siete años al entendimiento y a la búsqueda de la unidad a través de la diversidad en todo el mundo en sus más de quinientas sedes. Reforzaba este concepto con aportaciones de ciencias como la psicología evolutiva y de teorías como la de sistemas que indican que a mayor diversidad en un sistema mayor fortaleza y viceversa. Esta teoría no solo aplica al mundo de la naturaleza, sino también a la sociedad humana puesto que la humanidad es parte de la naturaleza.