Tarde para relajarse y disfrutar con los patrones geométricos de los mandalas. Dentro del budismo e hinduismo se trata de una serie de representaciones utilizadas como técnicas de concentración y meditación, y que tienen un trasfondo místico. Curiosamente, se trata de un tipo de geometría que ha sido ampliamente usado también por el arte religioso islámico, y que vemos también en los rosetones de las catedrales cristianas. Pero no acaban aquí las coincidencias porque las trayectorias celestes de los distintos planetas del sistema solar, dos a dos, también dibujan estas mismas figuras, y las ondas mecánicas en vibración, es decir, los sonidos, forman patrones con cierta similitud, que se pueden hacer visibles tras conectarlos a una superficie en vibración donde se haya echado arena: son las llamadas figuras de Chladni. La naturaleza no deja de sorprendernos, porque parece responder a un patrón interno común, que los humanos han querido replicar en el arte y en la religión.
Aprendimos en este taller muchas cosas nuevas, y pudimos entrar en un estado de serenidad y concentración mientras íbamos eligiendo los colores con los que pintar nuestro propio mandala.