Escribió Cicerón (I a.C): “Los Misterios nos han llevado de una vida salvaje y cruel a la civilización y nos han moderado y hecho humanos, y hemos conocido las llamadas “iniciaciones”, que en realidad son los principios de la vida, y hemos recibido no sólo una pauta para vivir con alegría, sino también para morir con mejor esperanza.” [Sobre las leyes 2.4.16]
Qué son o qué fueron Los misterios ha sido el tema de la brillante disertación ofrecida por Iván Rodes, instructor de filosofía en la Asociación Nueva Acrópolis de Alicante. En un loable ejercicio de síntesis y profundidad, Iván Rodes logró capturar la atención y genuino interés de la audiencia por conocer este tema de tan remota procedencia y tan insospechadas efectos y consecuencias hasta la actualidad.
El disertante explicaba que se estima que la práctica de los misterios pudo haber comenzado a finales del neolítico, en el segundo o tercer milenio a.C. hasta el s. IV d.C., y que tendría raíces tan antiguas como las relacionadas con el culto a la diosa madre, Innana, y a Dumuzi (Sumeria). Más de 2000 años ininterrumpidos ofreciendo una opción más profunda y esencial a la espiritualidad del ser humano que complementaba a la religión.
Iván Rodes comentaba que los misterios responden a una necesidad básica del ser humano: saber lo esencial: ¿Quiénes somos?¿De dónde venimos? ¿Cuál es nuestro destino, en esta y en otras vidas? Las referencias a los misterios nos llegaron a través de iniciados, poetas, y filósofos como Homero, Hesíodo, Esquilo, los pitagóricos, Empédocles, Heródoto, Platón y un largo etcétera y está comprobado que la tradición griega gira en torno a referencias espirituales y morales que tienen su raíz en los misterios.
El ponente concluía que las Escuelas de Misterios fueron siempre el corazón de toda forma civilizatoria, donde se impulsaba la mística y religión, las formas artísticas y políticas, y donde eran gestados los paladines de su tiempo en todas las áreas de conocimiento y trabajo tales como los pitagóricos, los genios del Renacimiento, Newton, Mozart, los grandes libertadores y legisladores de nuestra historia moderna quienes pertenecían a logias masónicas y su influencia se percibe en todas las constituciones modernas que apuntan a una fraternidad, igualdad y libertad del ser humano.