Los planetas de Gustav Holst, charla a cargo de la profesora de música Marina Navarro. La actividad tuvo lugar en la Asociación Cultural Nueva Acrópolis de Almería. La organización corrió a cargo del Instituto de Artes Tristán, dentro de su proyecto Música, Palabra y Movimiento.
Gustav Holst conoce la Teosofía gracias a su madrastra. Sigue las enseñanzas de H. P. Blavatsky y especialmente de Alan Leo.
Los planetas de Gustav Holst
Marte: La guerra, el caos, la destrucción necesaria, natural, inexorable. Caracterizado por tres temas principales: el ángel destructor, la danza de la muerte y un tema fluido.
Venus: La paz. La llamada, el amor, viejas certidumbres. El Universo se integra. Se oyen campanillas (celesta), se van encendiendo luces. El conocimiento se extiende.
Mercurio: Es el mensajero alado. Un primer tema alado, ágil, veloz. El segundo, cuentas, hilo de plata (encarnaciones). Y tercero, el pensador, de arriba, hasta atarse a la Tierra. Bitonalidad, si bemol mayor y mi mayor, armonía de los opuestos.
Júpiter: La alegría del conocimiento, con tres temas fundamentales. Un primer tema, festejo. Otro, danza, es la justicia, el que equilibra. Por eso está en medio en la obra. Y un tercer tema, de tres notas del tema de Venus: gracias, nobleza, justicia, belleza.
Saturno: El tiempo. Es el portador de la antigua edad, el tiempo necesario. La puesta en marcha, procesional. Un pequeño reloj. Aunque haya libre albedrío, todos navegamos en un océano infinito. Pareciera una marcha fúnebre, pues algo debe morir en nosotros. Inexorable. Pasa, se disuelve en el Universo. Luego es menos fúnebre, esperanzador.
Urano: Esta transformación requiere un mago, el despertador a una nueva realidad. Primer tema juguetón, para preparar el hechizo, de 4 notas sobre el nombre de Holst. Segundo tema nebuloso antes de la transformación. Y un tercero, hechizo y transformación.
Neptuno: Rey de los mares, el místico después de la transformación. Huye de lo terrenal, la música es ingrávida, las campanillas de Mercurio, mar eterno. El coro, sensación de lejanía. Otro nivel, que se deshace en el Universo. El ser mortal frente al espíritu. Sólo queda el espíritu.