Dentro de nuestro programa de Filolectura, hemos dedicado la última sesión a la obra Ankor, el discípulo, un texto escrito por el fundador de Nueva Acrópolis -Jorge Ángel Livraga Rizzi- y que invita a reflexionar sobre la formación espiritual a través de la figura del discípulo.
Durante el encuentro se leyeron y comentaron algunos de los pasajes más significativos, destacando cómo el camino de Ankor se convierte en metáfora de la búsqueda interior, el aprendizaje constante y la necesidad de cultivar la disciplina y la apertura de espíritu. La lectura permitió abrir un espacio de diálogo sobre la importancia de la transmisión del conocimiento, el papel del maestro y el valor de la escucha en la construcción de una vida más plena.
La sesión se enriqueció con las aportaciones de los participantes, que compartieron sus impresiones y conectaron las enseñanzas de la obra con experiencias actuales. Así, Filolectura volvió a ser un espacio donde literatura y filosofía se encuentran para despertar preguntas, ampliar horizontes y fomentar una mirada crítica y consciente sobre la existencia.
Seguimos construyendo, a través de estas lecturas compartidas, una comunidad que aprende, piensa y dialoga en torno a textos que trascienden el tiempo y nos invitan a crecer juntos.
