En Madrid Ciudad Lineal hemos empezado la nueva temporada de actividades públicas recordando la figura de Sócrates y su relación con el libre pensamiento. ¿Es posible que un grupo humano decida condenar a muerte a un ser humano, tan solo porque le molesta su forma de pensar? ¿Fue esta una actitud puntual, o ha sucedido en otros momentos de la Historia? ¿cuáles son las causas que se esconden detrás de estos comportamientos? ¿Estamos exentos nosotros de caer en lo mismo? ¿Pueden darse a un tiempo tanto la intolerancia activa como la tolerancia pasiva? Un estupendo debate que nos alertó de los peligros de no cultivar un pensamiento crítico y de dejarse arrastrar por las corrientes de opinión y la tendencia a la uniformidad de nuestro mundo globalizado.
