
En ella se expusieron los pros y contras de ambas disciplinas, se planteó la necesidad de una renovación ética del médico y de la medicina, así como el desarrollo de una terapia integrativa, capaz de acoger los mejores aportes de la tradición médica, los descubrimientos multidisciplinares que fomentan el avance tecnológico y farmacológico de la medicina, con la visión y comportamiento ético que aporta la filosofía.