Cerrando el ciclo de filosofía en China hemos recibido en Nueva Acrópolis Zaragoza a un filósofo con más de 35 años de experiencia en el arte de vivir: Ricardo Saura.
Nos ofreció una interesante, a la vez que enigmática exposición sobre el Tao. Sus primeras expresiones de remontan a 3500 años a.C y posteriormente fue Lao Tsé su representante más conocido.
El taoísmo nos muestra una visión metafísica y mística del Universo y del ser humano. En algunas regiones de oriente el taoísmo se fundió con el budismo dando lugar al budismo Zen.
Se dice que el Tao que se expresa con palabras no es el verdadero Tao. La única forma de acercarse a su esencia es experimentándolo. El Tao más original y auténtico lo encontramos en la figura del “Maestro”.
El símbolo del Tao es el círculo, un vacío que todo lo contiene y todo lo llena. Aspectos que se acercan a la verdadera naturaleza del Tao son la serenidad, imperturbabilidad, silencio, vacío, etc. Fluir con el Tao es estar en paz en cada instante.
Se trataría entonces de generar un vacío en nuestro interior, sacando tensiones, conflictos y egoísmo para llenarlo de serenidad, paz, amor y sabiduría.