Continúan nuestras tertulias filosóficas con este interesante tema: “La autarquía. El gobierno de uno mismo”.
El moderador, Juan Manuel de Faramiñán, en la breve introducción inicial nos planteó distintas cuestiones sobre nosotros mismos y nuestro propio gobierno. Vivimos en un mundo que nos condiciona desde el exterior, que constantemente nos distrae con falsas necesidades y llamadas de atención a la vida más superficial, que nos invita a dejarnos llevar por las opiniones de los demás, e incluso nos lleva a actuar como no queremos… Este es un mundo que nos aleja de nosotros mismos.
Entonces, ¿es fácil ser uno mismo hoy? ¿Vivimos nuestra vida? ¿Cómo puedo conocerme a mí mismo? ¿Soy el conjunto de mis emociones? ¿Puedo dirigirlas o ellas me gobiernan a mí?
Si nos dejamos guiar siempre por la filosofía, entre tantas ideas y puntos de vista que compartimos, descubrimos juntos que el estado de la autarquía necesita de un equilibrio. Un equilibrio que debe manifestarse desde el interior hacia el exterior y no al revés. Además, comprendemos que la felicidad también se ve envuelta en toda esta amalgama de vicisitudes. Siguiendo a Aristóteles, la búsqueda de la felicidad es vivir de acuerdo a la virtud. Pues solo siendo hombres y mujeres virtuosos llegaremos al equilibrio propio del gobierno de uno mismo.