El solsticio de verano se festeja en gran parte de la cuenca mediterránea y, por extensión histórica y cultural, en muchos países latinoamericanos, con ritos y tradiciones ancestrales. Una vez más se ha celebrado, como es tradicional desde hace varias décadas, su particular fiesta de fuego y agua en una playa de Alicante.
El agua y fuego, símbolos purificadores, que, a través de la quema de la tradicional muñeca de trapo “Susi”, renuevan los buenos deseos y propósitos. La fiesta fue amenizada por la música elegida “a la carta” y las delicias típicas de la región como coca amb tonyna, brevas, etc.
Los participantes se divirtieron con los saltos a la hoguera y los baños a la luz de la luna.
