Se ha celebrado el III Congreso de ciencia en conmemoración del 500º aniversario del fallecimiento de Leonardo da Vinci. El tema elegido en esta oportunidad, como eje conductor de las ponencias, ha sido la creatividad en el desarrollo de las ciencias.
En primer lugar, se ha hablado sobre: “Nikola Tesla: genio visionario de la ciencia”, un personaje injustamente ignorado y a la altura del mismo Leonardo por la trascendencia de sus descubrimientos como prefería llamar a sus inventos. Más de 700 patentes atestiguan su fértil potencia creativa. El disertante nos refirió con detalle su biografía, sus logros y fracasos que dieron la pauta de una persona idealista y comprometida con el progreso de la humanidad, y justamente por ello su gran invento de producir energía transportable inalámbricamente y gratuita para todo el mundo le valió la enemistad de los poderosos magnates empresarios que cortaron de cuajo y con artimañas mafiosas sus iniciativas.
El siguiente conferenciante se refirió a la figura de Jerónimo de Ayanz y Beaumont (1553-1613) con el sugerente subtítulo: la revolución industrial pudo ser española. Jerónimo de Ayanz otra figura aún más desconocida si cabe que Nikola Tesla, fue presentado como el inventor de la máquina a vapor, 150 años antes que la que surgió en Inglaterra y dio comienzo a la revolución industrial. Lamentablemente, tal invento pasó desapercibido en la sociedad española y no cumplió el destino que tendría reservado en el futuro. Sin embargo, la producción de Ayanz no se reduce a la invención mencionada sino que ideó gran cantidad de instrumentos, artilugios y enseres que actualmente son de uso cotidiano, llegando a registrar las primeras 48 patentes industriales españolas. Entre ellas destacan, una potabilizadora de agua de mar, un traje de buzo, un submarino, una balanza de extraordinaria precisión, molinos de rodillos mecánicos, sistemas de riego y sistemas de extracción de agua y purificación del aire en minas. Su figura como militar valiente y de una fortaleza física extraordinaria fue, incluso, objeto de elogiosos conceptos en la obra de Lope de Vega, Lo que pasa en una tarde. El Dr. Requena hizo hincapié en el carácter genial de Ayanz como alguien que puede “ver” lo que otros no pueden aun estando muy bien preparados.
La ponencia titulada, Leonardo y los números, ha destacado por las profundas reflexiones filosóficas en torno a las cualidades geniales de Leonardo, presentándolo como un ser fundamentalmente curioso y determinado a satisfacer esa curiosidad llegando hasta el estudio más profundo posible de cuestiones tan variadas como la anatomía, el vuelo de los pájaros, el arte pictórico, las maquinarias de guerra, la arquitectura, etc. La parte esencial de la charla ha versado sobre la decodificación del famoso hombre de Vitrubio, todo un compendio de conocimiento sobre el ser humano presentado como un ser físico y espiritual en clave numérica.
El congreso ha sido cerrado con una aproximación al pensamiento filosófico del gran Leonardo da Vinci, presentado al genio desde el punto de vista ofrecido por sus biógrafos más cercanos en el tiempo. Han quedado testimonios de algunos coetáneos a Leonardo que lo definen como un gran filósofo. Basó su aprendizaje en la observación de la naturaleza desde una perspectiva global, buscando siempre la esencia, el alma de las cosas y personas para plasmarla en sus obras y descubriendo la íntima interrelación entre todo lo que existe.
