¿Quién no se ha preguntado alguna vez qué es la dignidad?
Para reflexionar sobre ello, el profesor Francisco Sánchez impartió una charla en el Espacio Luzarra.
Siguiendo el hilo conductor del tiempo, hizo un repaso a las reflexiones sobre la dignidad de diversos autores:
Para Cicerón, en su «Tratado de los deberes», la dignidad consiste en someter los impulsos más instintivos del ser humano al dominio de la razón.
Giovanni Pico Della Mirandola nos habla en su «Discurso sobre la dignidad del hombre» de cómo el ser humano ya es digno por su libertad de escoger su modo de ser.
Kant en su obra «Fundamentación de la metafísica de las costumbres» reflexiona sobre que la dignidad no tiene precio.
Según el filósofo Javier Gomá la dignidad es inviolable pero mil veces violada.
La dignidad es algo intrínseco, reside en reconocernos como seres humanos, en sentir respeto por uno mismo y valorarse. Esta carencia de amor propio y autodesprecio nos lleva a una falta de dignidad. Ya el hecho de ser humano es la dignidad más alta y su rango más distintivo.
Un alma grande es la que lucha contra la adversidad y su vida es el resultado de la victoria, si el ser humano no aprende a combatir y a vencer, vive derrotado. Llegar a ser digno es un camino que podemos recorrer a través de sobreponernos a los instintos, negándonos algo todos los días y no dejándonos llevar por ellos.
Si se educa al ser humano para que pueda elegir, será difícil que sea manipulado por lo que la dignidad se convierte en un obstáculo para dicha manipulación.
Aunque hoy existe un proceso histórico de degradación y lo más fácil es huir y esconderse negándose la capacidad de ejercer la dignidad, es en los tiempos difíciles donde verdaderamente se pone a prueba y se demuestra la dignidad.
El miedo y la dignidad no se contraponen forman parte del camino, si se consigue ir contracorriente ya se estará restableciendo este valor que le pertenece a todo ser humano.