Filosofía, mucho más que una asignatura, microcharla a cargo de María Dolores Gómez, profesora de la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis en Almería. La filosofía se identifica con Grecia. ¿La filosofía nace en Grecia? Filosofía es búsqueda, amor al conocimiento, a la sabiduría. Hasta la Edad Media se ha considerado una forma de vida, no una especulación, visión intelectual de la filosofía. Es una desviación que dura hasta hoy, nada que ver con su origen.
Antiguas civilizaciones
Desde las civilizaciones antiguas las inquietudes profundas, los porqués, no han cambiado, son los mismos hoy. No ha cambiado la inquietud, sino la forma de afrontarla o plantearla. Se deseaba conocer la esencia profunda, las causas de lo que acontece, más que el cómo. Cómo influyen las cosas en el ser humano. Una forma de pensamiento mítica.
En Grecia se pasa del pensamiento mítico a uno más racional. No es que no les interesen los mismos temas. El objeto de estudio de la filosofía no ha variado, sino la forma, más racional que intuitiva. Pitágoras conjuga ambas formas. La filosofía no es una especulación, sino una forma de mística. Pretende un cambio en la conciencia, en el interior humano. Se pretende una armonía entre intuición y razón. Consideran que existen distintos planos en el ser humano. Hay un cambio, no una ruptura.
Durante la Edad Media se intentan conjugar los dogmas del cristianismo con la filosofía antigua. Hubo grandes filósofos que dan un impulso hacia el Renacimiento. Nace la curiosidad científica y técnica. A comienzos del siglo XVII aparece un nuevo modo de ver, comprender, conocer el hombre, el mundo. Ha llegado a dominar todos los aspectos del saber, hasta nuestros días. Se produce una ruptura con el pasado: no hay tanto interés en las causas de las cosas, sino en saber cómo suceden las cosas.
La modernidad
Durante lo que llamamos modernidad, hasta la Revolución francesa, se acaba de producir el paso del mundo antiguo al mundo actual. Hay un cambio brutal en la manera de concebir la vida. Sufre la visión trascendente de la vida, del hombre. Hay una ruptura. Se trata de explicar todo por medio de la ciencia, y se arrincona lo que no puede ser demostrado empíricamente. El cambio en el pensamiento hasta el siglo XXI da lugar al mito del progreso indefinido, pensar que la evolución es seguir adelante, crecer, mejorar las cosas materiales, el bienestar. Buscar la felicidad en el bienestar. Lo que no se puede demostrar no existe.
¿Cuál es el motor del mito del progreso indefinido? La economía. Todo tiene que tener un interés, ser útil, rentable. Supremacía del tener sobre el ser. Tiranía de la utilidad que domina cualquier ámbito del saber y de la vida cotidiana. Para el siglo XIX la filosofía es una asignatura, una especialidad universitaria, una especulación, inútil para la vida.
Hoy estamos en Nueva Acrópolis, una Escuela de Filosofía a la manera clásica. Es asumir las enseñanzas de todos los grandes de la historia, como una búsqueda, de algo más global de qué es el hombre, el universo… Tener muchas ideas puede no servir para nada si no se implican en la vida. Lo más natural del hombre es buscar y comprender las cosas que pasan, sus causas, no sólo los efectos.
La filosofía no es una asignatura, es una forma de vida, es una herramienta necesaria para tener una visión más coherente de la vida, ser consciente de si vivimos la vida que queremos vivir. Transformar la vida.
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