El «Tabú filosófico» se ha convertido en una actividad muy esperada en la ciudad de Almería. ¿Se puede conquistar la felicidad a través del lenguaje? Esta cuestión es una de las que se trataron de responder a través de la vivencia de dinámicas y juegos que requirieron la participación de todos los asistentes a esta actividad. La organización estuvo a cargo de la Escuela de Filosofía Nueva Acrópolis en Almería.
Tamara Berenguel y Guadalupe Soria fueron las encargadas de plantear este enigmático «Tabú filosófico». A través de una prueba encerrada en un sobre, cada participante debía encontrar las palabras que explicasen mejor sus conceptos de la realidad. Este ejercicio tan cotidiano, llevó a los asistentes a observar la diferencia entre hablar a la ligera y querer explicar exactamente la opinión de uno con todos sus matices. Además de la gran variedad de formas que se dan en el día a día para hablar de una misma idea.
Se puso en evidencia la existencia de distintos planos de realidad según su nivel de sutileza a través de las palabras. Y cómo cada nivel requiere una perspectiva distinta para poder llegar a profundizar en ideas como Libertad o Dignidad.
Vivimos la experiencia de tratar de explicar al otro una idea propia y observar, por tanto, los obstáculos que debemos salvar para llegar a formar un verdadero diálogo.
«No dejamos de aprender nunca» fue el gran descubrimiento de la velada. A través de una dinámica artística, los participantes pudieron compartir la idea de cómo nuestros conceptos no tienen porqué dejar de crecer. Se llega a la evidencia de que el ser humano tampoco. Podemos ampliar nuestra visión de la realidad y nuestra vivencia de la misma.
Llegado el final, se compartieron estas y algunas otras reflexiones acerca del ejercicio filosófico a través de las palabras y, además, sus efectos positivos sobre nuestra forma de vivir.
¿Quieres poner a prueba tu conexión con las palabras? ¿ampliar conceptos? ¿no dejar de crecer?
Por ello, no te pierdas el próximo «Tabú filosófico» en la ciudad de Almería.
Cuánto mejoraría nuestra comunicación si le diésemos a las palabras su valor, sería mucho más profunda y real.
¡Muy buena iniciativa!