“Celebrando la paz” fue el título del ciclo realizado en conmemoración al Día mundial de la paz y la no violencia –que se celebra el día 30 de enero– organizado por Nueva Acrópolis Zaragoza. Dos charlas dedicadas a dos personajes que vieron sus vidas vinculadas a la violencia y sin embargo decidieron trabajar por la paz desde la paz. Gandhi y Malala.
La paz, un valor esencial para promover la convivencia entre los seres humanos. Gandhi, a través de su vida y sus acciones fue ejemplo de no-violencia, reflejo de una profunda conexión con unos principios morales elevados. Su convicción de que todo cambio duradero y eficaz de aquellas situaciones que consideramos despreciables, como las guerras, el hambre, la discriminación, etc. tenía que nacer en el corazón de cada ser humano. Debía haber coherencia entre pensamiento y acción.
Malala utilizó su mejor herramienta, su voz, para reclamar por los derechos de las niñas y poder acceder a la educación. Educación para todos, sin distinción de sexo, religión o cualquier otra circunstancia personal o social. “Un niño, un maestro, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo”, este es su mensaje.