La profesora Laura -dentro del ciclo online que se ha realizado sobre los héroes-, habló sobre Ulises -rey de Ítaca- y de su papel decisivo en la guerra de Troya.
Después de años de asedio a la ciudad y cuando los griegos habían perdido toda esperanza de conquistarla, Ulises tiene la brillante idea de construir un gran caballo como regalo para sus enemigos los troyanos. Un caballo dentro del cual se escondían el propio Ulises y algunos de los suyos. Gracias a su astucia e inteligencia del héroe los troyanos cayeron en la trampa y jugando con el elemento sorpresa pudieron por fin conquistar la ciudad desde dentro.
Es la inteligencia la cualidad que resalta en Ulises. Pero no una inteligencia intelectual o académica sino una capacidad de ver más allá de lo aparente. Ideas luminosas que proporcionan claridad mental y que disipan dudas y tinieblas. No en vano el héroe tiene como protectora, guía y maestra a Atenea, diosa de la inteligencia y de la sabiduría.
Inteligencia que le servirá para hacer frente a las pruebas que tiene que pasar en su viaje de vuelta a Ítaca. Símbolo de la patria espiritual. Viaje de retorno contado en la Odisea que simboliza la vuelta al origen, el reencuentro con su propio yo, con su espíritu. Espíritu que simboliza Penélope, su paciente esposa, quien tiene que luchar contra sus pretendientes, que simbolizan las cosas materiales. Mientras que Telémaco, su hijo, simboliza el buscador en potencia, la parte del ser humano que desea conocer la verdad.
El camino de regreso que está lleno de pruebas y aventuras simboliza la lucha interior que todo ser humano tiene que librar para conquistarse a sí mismo.
- En la isla de los lotófagos Ulises tiene que superar el olvido, recordar quién es realmente.
- Los cíclopes simbolizan las circunstancias y los instintos que intentan apartarnos de nuestro camino.
- Las sirenas simbolizarían las llamadas del mundo exterior.
- Circe la maga nos habla de la necesidad de morir en lo material para renacer en lo espiritual.
Laura recuerda que ahora es el ser humano quien tiene que vivir su propia odisea y termina deseando a todos los asistentes un buen camino de retorno a Ítaca.